Diego Ibarburu (@DiegoIbarburu)
Gimnasia y Esgrima La Plata contrató a Néstor Raúl Gorosito para reemplazar a la destituida dupla conformada por Mariano Messera y Leandro Martini. La llegada de “Pipo” se da en el marco de una crisis futbolística un tanto amortiguada por el largo tiempo que aún queda para que se concreten descensos en el fútbol local, lo cual le permite a la nueva conducción técnica trabajar con algo más de aire que lo habitual. En este contexto, surge un elemento emergente en la estructura deportiva de Gimnasia, que podría llevar al club a construir una línea de juego a sostener en el tiempo.
La Comisión Directiva de Gabriel Pellegrino viene siendo señalada como la responsable del retroceso del “Lobo” en la tabla de promedios, y la poca duración de todos los ciclos desde 2016 a la fecha habla por sí sola. El Presidente acaba de contratar al que podría ser el último entrenador de su gestión -si es que Gorosito llega a cumplir su contrato-, y tal vez sin buscarlo se encontró dándole el cargo de DT por tercera vez consecutiva a un ex número 10, saga que empezó con Diego Armando Maradona y siguió con Mariano Messera. ¿Cuánto de esta continuidad puede considerarse parte de la construcción de un estilo? ¿Hay un proyecto detrás o una simple casualidad? ¿Qué impacto tiene esto en el fútbol profesional, juvenil e infantil?
Seguramente estas preguntas se irán respondiendo con el tiempo. Sin embargo algunas pistas nos pueden ayudar a elucubrar sobre el futuro futbolístico Mens Sana.
El origen: Diego Armando Maradona. Que Diego llegó al “Bosque” un 8 de Septiembre de 2019 es historia más que conocida, y que se enamoró de Gimnasia y Gimnasia de él, también. Pero poco se ha analizado respecto de cuánto pudo influir en la mentalidad y en el proyecto deportivo durante su paso por el club. Extremadamente asediado por la tabla de promedios, el equipo practicó un fútbol bastante pragmático, equilibrado y directo para atacar. Sin embargo un dato sobresale de la primera etapa del ciclo Maradona y es que de entrada le dio espacio a dos jugadores que estaban totalmente postergados: José Paradela (luego vendido a River en casi 3 millones de dólares) y Matías Miranda, jugador de participación cotidiana en la actualidad y mencionado explícitamente por Gorosito como uno de los habilidosos que encontró en el plantel. Además, en aquella presentación como director técnico, Diego se paró frente a la platea Néstor Basile y señaló con claridad a Mariano Messera, marcando con sus manos el número diez. Defensor de los jugadores en general, pero sobretodo admirador de los que sabían tratar bien a la pelota, Maradona intentó traer a Gimnasia un cambio de actitud en cuanto al juego, invitando con sus gestos y su figura a revalorizar la habilidad y la gambeta como arma competitiva.

La Herencia: Mariano Messera-Leandro Martini. Con el paso a la inmortalidad de “Pelusa”, la dupla tomó las riendas del primer equipo luego de conducir por varios años a la reserva. Para ese entonces, Gimnasia ya había incorporado a préstamo -por gestión de Maradona-, a Marcelo Weigandt, un lateral derecho juvenil proveniente de Boca que le daría al “Lobo” un enorme salto de calidad y un marcado carácter ofensivo al equipo. El “Chelo” se destacó llegando al área constantemente y con solo 20 partidos en el club convirtió la misma cantidad de goles que uno de sus antecesores más recientes y duraderos, Facundo Oreja. Con Víctor Ayala en el medio de la cancha aportando sus brillantes lanzamientos largos y Johan Carbonero corriendo inalcanzable, el equipo empezó a mostrar un aumento importante en el número de llegadas al arco contrario por partido, y un claro mejoramiento en el trato de la pelota.
La dupla también recuperó a Brahian Alemán, otro número 10 que desde su regreso al club no había podido brindarse por problemas físicos. El uruguayo aportó su buen pie, la pausa, la viveza para aguantar la pelota, asistencias y goles que reafirmaron esta búsqueda renovada en Gimnasia, con una actitud diferente para afrontar los partidos buscando el arco contrario y una serie de resultados positivos (especialmente jugando como local) que mejoró el porcentaje de puntos obtenidos en los años anteriores. A esto hay que sumarle otro elemento clave: al “Lobo” no solamente le sirvió la suspensión de los descensos cuando tenía “la soga al cuello”, también le quitó presión, al igual que al resto de los equipos, la extensión de la medida para la siguiente temporada. Un mercado de pases fallido le impidió a la dupla profundizar el rumbo, aunque el ciclo concluyó con una nueva figura en el plantel en la línea iniciada por Maradona: Luis Miguel Rodriguez.
El formador: Gabriel Perrone. A lo ocurrido en el fútbol profesional hay que sumarle un hecho que también podría ser significativo, y es la designación de Gabriel Perrone como Coordinador General del fútbol infanto-juvenil. El ex ayudante de campo de Carlos Timoteo Griguol vuelve a Gimnasia después de trabajar varios años en la formación de juveniles de River Plate, bajo la estricta mirada de Marcelo Gallardo. Sin duda Perrone llega de un club donde se trabaja fuertemente la técnica y se promueve un juego creativo y ofensivo con una base metodológica clara, algo que podría servir para estructurar y darle consistencia a la impronta y el predicamento futbolero de los últimos DT triperos.
La apuesta: Néstor Gorosito. Atravesado constantemente por fuertes vaivenes políticos, para Gimnasia es muy difícil proyectar estructuras deportivas a sostener en el tiempo. Sin embargo, la aparición de Maradona en “El Bosque” puede haber generado en lo profundo del pensamiento de los dirigentes, socios e hinchas un cambio de actitud y de posicionamiento para con el juego mismo, algo que la dupla Messera-Martini entendió muy bien, y que con la llegada de un Gorosito jugadorista y reivindicador explícito de la fantasía, encuentra continuidad para darle al club la oportunidad de estructurarse y profesionalizarse en torno a una idea concreta del juego.
Foto destacada: @gimnasiaoficial