Nicolás Discenza (@nicodiscenza)
Por la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional, Tigre venció 4-0 a Platense en el estadio José Dellagiovanna y quedó a un solo punto del primer lugar de su zona en el certamen. Los goles del partido fueron convertidos por Pablo Magnín (en dos oportunidades), Facundo Colidio y Lucas Blondel. Por su parte, los de Vicente López sumaron su cuarta derrota consecutiva. ¡Mirá las claves del partido!
1- Amplia superioridad: el comienzo del encuentro dejó ver al “Matador” como claro dominador del juego, buscando constantemente el arco rival y teniendo números realmente muy buenos, como por ejemplo más de 250 intentos de pase, 5 disparos a puerta y un porcentaje de posesión que por momentos se acercó al 75%. Por todas estas razones, no sorprendió que ya a los 10 minutos estaba en ventaja, gracias a una gran definición de cabeza de Facundo Colidio.
2- Aprovechó el nerviosismo: Transcurrida poco más de media hora del partido, los futbolistas del “Calamar” empezaron a cometer demasiadas desatenciones y errores en defensa que ayudaron para que los locales aumentaran dos veces la diferencia en el marcador. Primero fue gracias a un infantil penal que convirtió Pablo Magnín, y tan solo un minuto más tarde Lucas Blondel sacó provecho de un rebote que le quedó en la medialuna del área, para luego picar la pelota por encima del arquero, haciendo que entre rozando el travesaño.

3- Un bache de intrascendencia: en el inicio del período complementario se pudo apreciar al dueño de casa mucho más relajado que en la primera mitad, mientras que la visita intentó inútilmente meterse nuevamente en partido. Sin embargo, la falta de ideas para generar juego y acciones de peligro, originó que el encuentro entrara en una fase algo aburrida y tediosa donde ninguno de los dos pudo elaborar una buena jugada.
4- Totalmente liquidado: cuando se había jugado el primer cuarto de hora de la segunda mitad, un nuevo tanto del goleador Magnín, esta vez a través de un potente remate de derecha, sentenció el partido y a Platense ya no le quedó otra cosa más que hacer que resignarse y tratar de que la goleada no fuera aún peor. Por su parte, los dirigidos por Diego Martínez se floreaban cada vez más, haciendo transcurrir el balón entre ellos mientras que desde las tribunas sonaba el clásico cántico de los hinchas “ole, ole”.
5- Estuvieron de sobra: los últimos 30 minutos de la noche no tuvieron otra finalidad que no fuera para cumplir con el tiempo reglamentario. Durante este lapso, la atención se fue de lo que sucedía en el campo de juego para observar lo que ocurría en las tribunas con los festejos de los simpatizantes locales, quienes lanzaban fuegos artificiales, bengalas y se ponían felices por la goleada, pero también por la posición en la que habían quedado en la tabla.
Foto destacada: Prensa Tigre