Se repartieron los puntos en Wembley

Guido Sosa (@GGuidoSS)

Inglaterra y Escocia no se sacaron diferencias en el clásico más antiguo del mundo e igualaron por la Fecha 2 de la Eurocopa por 0-0. Con este resultado, los ingleses se ubican en la segunda posición del grupo, con la misma cantidad de puntos que República Checa, pero con un gol menos. Mientras que los escoceses están últimos por diferencia de gol, ya que comparten un punto junto con Croacia.

1-Falta de eficacia: Que el resultado no se haya abierto en los 90 minutos tuvo que ver fundamentalmente con las malas definiciones por parte de ambos equipos, dado que Jordan Pickford y David Marshall prácticamente no tuvieron que intervenir para evitar goles. Solamente tres remates, de los 20 que se ejecutaron en el encuentro, fueron direccionados al arco.

2-Desperdició la posesión: Desde el inicio del juego Inglaterra se adueñó de la pelota, mientras que los escoceses se replegaron de manera efectiva con su línea de cinco defensores y un mediocampo de tres volantes que estuvieron hasta el final del partido concentrados en la persecución. El toqueteo intrascendente entre John Stones y Tyrone Mings fue una constante a lo largo del encuentro y también hubo pocos espacios para aportar algún pase filtrado desde el mediocampo inglés, dado a la presión rival. Solamente cuando la pelota pasaba por los pies de Raheem Sterling fue cuando se notó lo mejor de los Three Lions, aunque el jugador del Manchester City tuvo apariciones muy esporádicas.

Escocia se salvó en la última del encuentro. Foto: @EURO2020

3-Jugar igual que en Liverpool: Andrew Robertson fue clave para la Selección de Escocia, tanto en la defensa, como en las transiciones de defensa-ataque, durante los contraataques. La banda izquierda fue el sector elegido, por el equipo de Steve Clarke, para lastimar a los de Gareth Southgate. Robertson, el capitán del equipo, se encargó que aquel sector resultara un problema para Inglaterra, ya que por ahí llegaron las insinuaciones más importantes.

4-No hubo respuestas desde el banco: Aunque se veía desde los primeros minutos del segundo tiempo que el partido iba encaminado al empate si es que no se hacía algún cambio, o algún jugador realizaba alguna gran acción individual, los dos entrenadores tardaron bastante en mover el banco y de todas formas, cuando lo hicieron, no se notó ninguna diferencia en el desempeño colectivo. Para los ingleses entraron Jack Grealish por Philip Foden y Marcus Rashford por Harry Kane, mientras que para Escocia ingresaron Stuart Armstrong y Kevin Nisbet por Che Adams y Billy Gilmour, respectivamente, nombres que aparentaban y prometían pero no cumplieron esas expectativas.

5-Concentrados hasta el último minuto: La presión, el sacrificio individual y la concentración escocesa fueron la clave por la cual los ingleses no se pudieron imponer en el marcador. Hasta la última jugada estuvieron totalmente compenetrados con el juego y así fue como mantuvieron el resultado hasta el pitido final.

Foto destacada: @EURO2020

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