Nicolás Discenza (@DiscenzaNicolas)
Por la décima fecha de la Liga Profesional, Racing y Banfield igualaron sin abrir el marcador en el estadio Presidente Perón de la ciudad de Avellaneda. Con este empate, el conjunto de Claudio Úbeda quedó quinto a solo 3 unidades de los punteros. ¡Mirá las claves del partido!
1- Lo arrancó taladrando: el inicio de las acciones le fue favorable al visitante, que dominó y fue muy superior a su rival. A pesar de que tuvo varias llegadas al arco de Gastón Gómez, mayor porcentaje de posesión y casi 20 centros al área, sufrió el mismo problema que había tenido en las fechas anteriores: la falta de efectividad a la hora de definir. Por su parte, el equipo local estaba padeciendo estos ataques y daba la impresión de que la apertura del marcador estaba al caer.
2- Se pudo despertar: cuando ya promediaban los 25 minutos del primer tiempo, la “Academia” por fin pudo hacer pie en el partido y se recompuso comenzando a revertir la historia. A través del juego por las bandas, con Tomás Chancalay y Maximiliano Lovera como estandartes, el dueño de casa le empezó a generar cada vez más situaciones de gol a Facundo Altamirano, y ahora era la visita quien jugaba de contraataque. Aunque también, al igual que su contrincante, erraba mucho a la hora de definir.

3- El encuentro entró en un bache: ya durante el período complementario, ambos clubes se quedaron sin ideas y no supieron bien cómo manejar el partido. A raíz de esto, el juego se tornó tedioso y aburrido, con los de Avellaneda perdiendo reiteradamente el balón y los de Lomas de Zamora prácticamente sin lograr provocarle verdadero peligro en la portería rival.
4- Ni siquiera con las sustituciones: viendo cómo los minutos iban transcurriendo y las chances de ganar disminuían, los dos entrenadores realizaron números cambios haciendo ingresar a varios delanteros para intentar romper el cero. En el caso de Claudio Úbeda, mandó a la cancha a Benjamín Garré, Enzo Copetti y Lisandro López, mientras que Javier Sanguinetti hizo entrar a Luciano Pons y Ramiro Enrique. De todos modos, ninguno pudo hilvanar una buena jugada de peligro.
5- Resignación: los minutos finales del partido, dieron la impresión de que los protagonistas aguardaban impacientes el silbato del árbitro para retirarse a los vestuarios: ya sin atacarse, y con un rendimiento cada vez más flojo y deslucido para cada equipo, solo jugaron para cumplir con el tiempo reglamentario. Como un dato ejemplificador que explica esto, hay que decir que este fue el tercer empate consecutivo en cero para Racing. Por su parte, Banfield solo tiene siete goles convertidos en todo el semestre.
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