Luciano Castañares (@Lucho87C)
En plena pretemporada, los futbolistas se levantan 3:20 horas y terminan la jornada a las 21:00 horas. Asi es la rutina de Deportivo Riestra.
Buenos Aires sufre una ola de calor muy intensa, pero Riestra no descansa. Instalados en La Candela de La Matanza para llevar adelante la pretemporada, el plantel se exige con una rutina de corte militar que cada día se torna mas exigente. En esta época no es extraño apreciar una propuesta física por parte del club y del cuerpo técnico del equipo del Bajo Flores, pero este año hay una particularidad noticiosa: el horario de trabajo.
En este 2022, los jugadores del “Blanquinegro” se levantan a las 3.20 de la madrugada para empezar a exigir su condición física. Este dato llamó la atención de varios preparadores, que plantean que la exigencia horaria no es motivo de una mejor calidad deportiva. Pero la respuesta del club es contundente: “Sabemos cómo prepararnos, el tema horario tiene que ver con la disciplina, con la hermandad. Trabajamos en equipo, nos sostenemos unos a otros cuando un compañero flaquea. Es una cuestión mental de fortalecimiento”.
Luego de salir de la cama con la orden de un silbatazo por parte del cuerpo técnico, los muchachos comienzan a las 3.30 con el primer turno físico. Tras un breve descanso, a las 7.15 los jugadores toman un refrigerio de frutas. De ahí, se van al segundo turno físico, a las 7.30. Una hora después les toca un potente desayuno, para a las 11 de la mañana meter el tercer turno.
El almuerzo llega a las 13, previo a una siesta reparadora. A las 17.30 se merienda y 30 minutos después es el momento del ensayo táctico. El día se cierra con la cena de las 21 y a la cama.
Foto destacada: goal.com
