“No se vio un equipo, no se vio una idea”

Diego Ibarburu (@DiegoIbarburu)

La declaración de Diego Braghieri al final del partido retumbó fuerte tras otro paso inolvidable de Central Córdoba de Santiago del Estero por el estadio Pedro Bidegain, donde volvió a convertirle 4 goles a San Lorenzo. Una derrota que deja muy herido al equipo de Diego Dabove en la semana previa al clásico con Huracán.

La derrota de San Lorenzo se explica fundamentalmente en errores defensivos groseros, graves e inaceptables para jugadores de un equipo grande, capitalizados al máximo por un equipo santiagueño ordenado, intenso y con jugadores en muy buen nivel como su arquero Alejandro Sanchez y el colombiano Dixon Rentería.

Cuando el partido empezó, sin embargo, la noche pintaba para otra cosa. San Lorenzo ejerció durante los primeros 10 minutos un dominio casi total de la posesión y el terreno, logrando imponerse en las pocas pelotas divididas y teniendo un correcto distribuidor en el rosarino Jalil Elías.

Central Córdoba, por su parte, esperaba muy reducido dentro de su campo pero manifestó de entrada su intención de cargar rápidamente sobre cualquier receptor en las proximidades del área, dificultando los ataques del equipo local. En ese trámite estaba el juego cuando a los 11 minutos, el equipo visitante consiguió llevar la pelota al campo contrario por primera vez y, tras un despeje hacia el medio de Bruno Pittón, el chaqueño Jonathan Bay no dudó en rematar desde afuera del área, tan bien que terminó gritando el 1-0.

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El Ferroviario se llevó otro triunfo histórico del Nuevo Gasómetro (foto: Miranda Cerdá)

Quizás esos primeros 11 minutos reflejen lo que fue el partido en general: en el comienzo del segundo tiempo una ráfaga de distracciones dejó el marcador 3-0 (Milton Gimenez y Carlo Lattanzio ampliaron la ventaja) mientras que el último tanto lo consiguió Oscar Salomón tras un pifie de Braghieri, cuando se jugaba tiempo adicional. Pero vale la pena señalar que el principal problema de San Lorenzo no es tanto el que lo llevó a recibir cuatro goles, sino más bien el que le impidió convertir aunque sea uno.

Los jugadores del “Ciclón” no se conocen ni se entienden, no hay sociedades, no tiene sorpresa en sus laterales y no tiene peso en sus referencias de área. Dabove tendrá que trabajar sobre las buenas intenciones de Elías y Juan Ramirez, y buscar la manera de que los hermanos Angel y Oscar Romero, de una habilidad irreemplazable, formen parte del equipo desde el minuto inicial.

Por su lado, el equipo de Gustavo Coleoni parece haber encontrado un libreto simple y efectivo, con refuerzos que hasta aquí le dieron jerarquía de primera división, y tras dos triunfos como visitante se acomodó en puestos de clasificación al Playoff en la Zona 1 de la Copa de la Liga Profesional.

El arbitraje de Fernando Echenique fue discreto pero no tuvo mayores conflictos en un partido que tuvo un clarísimo vencedor.

Foto destacada: @SanLorenzo

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