Luca Krampanis Suria (@LucaKrampanis)
El patrocinio en los estadios es una tendencia que está tomando fuerza hace unos años y se perfila para ser la salvación económica de los clubes de fútbol. En México, no sólo los estadios ya no le corresponden al club, sino que la misma institución responde bajo el nombre de una marca, grupo empresarial o persona. Algo que no se puede obviar si se habla de vender el nombre de un estadio y que aunque parezca algo lejano, sin lugar a dudas, va de la mano con la pérdida de identidad, algo que en el fútbol argentino tiene tanto valor.
Imaginate levantarte un día y que la mítica “Bombonera” se pase a llamar Salchichas Viena Bombonera o el “Monumental” adquiera un perfil profiláctico y se denomine Prime Monumental. ¿Ridículo, no? El capitalismo fue copando la parada en prácticamente todo el mundo y parece que con el dinero se le pierde el valor a las cosas, al dejar de ser para empezar a pertenecer. Los negocios en el fútbol siempre existieron, hasta incluso antes del profesionalismo, pero cuando se meten con la identidad es algo delicado y no se debe negociar con eso.
Vos no sos hincha del Red Bull Almagro o del Parque Patricios City, parece exagerado el cambio de nombre en un club, pero no lo es, eso es la cereza de la torta, por algo se empieza y ese algo es el patrocinio de estadios. Primero, te cambian el nombre de la casa, a la larga ni te das cuenta o no le das importancia, después te meten alguna marquita adelante o atrás del nombre del club.

Parece que la mala situación económica en la que viven la mayoría de los clubes de Argentina invita a esta decisión desesperada. Obviamente y no se niega, que la entrada de dinero va a darle otro perfil a nivel global a la liga, no sólo a los clubes.
Lo que no se puede con talento se compensa con dinero, uno de los casos más conocidos es el del Manchester City, un club que hasta el 2008 pasaba desapercibido y hasta ya había cambiado de nombre varias veces. Ese año, con la llegada de un grupo inversor árabe empezaron a arribar refuerzos de jerarquía que hicieron que el club tome una fortaleza deportiva destacada en el país. Algo que puede empezar a pasar en el fútbol argentino si se da lugar a este tipo de patrocinio.
Alguna vez, en una película, Guillermo Francella dijo: “El tipo puede cambiar de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios, pero hay una cosa que no puede cambiar, no puede cambiar de pasión” y eso es lo que estos grandes grupos empresariales quieren hacer, quieren que la gente deje ser hincha de un club y empiece a fanatizar por una marca, la de ellos, no les importa la felicidad de la gente, les interesa lo que la gente les puede llegar a dar a ellos.
Foto destacada: Goles mágicos