Tomás Gómez (@TomGomez_)
Boca le ganó 3-0 a Huracán por la tercera fecha del Grupo A de la Fase Campeonato de la Copa Diego Armando Maradona con goles de Ramón Ábila, por duplicado, y Agustín Obando. El “Xeneize”, con mayoría de suplentes, mostró nuevamente una gran faceta con respecto al funcionamiento, superó a su rival con comodidad, y obtuvo el liderazgo del grupo en soledad.
1-Principio forzoso: A Boca le costaron los primeros minutos del partido, Huracán le cedió el balón para esperar los errores y contraatacar los espacios en defensa que podía dejar el “Xeneize”. No acostumbrado a esto, a los de Miguel Russo les llevó varios minutos saber que hacer con tanta posesión de la pelota. El equipo estaba quebrado, había mucho espacio entre el mediocampo y los delanteros, faltaba movilidad en los puntas y que los jugadores que podían formar juego, como Edwin Cardona y Alan Varela, se amiguen más con el balón. Todo eso cambio con la llegada del primer gol, los de “La Ribera” vieron como podían lastimar a su rival y a partir de ahí exprimieron al máximo sus posibilidades.
2-Ramón Ábila: Excelente retorno del delantero “Xeneize”. Se mostró activo, anotó dos goles, que podrían haber sido más. Por momentos quedaba muy aislado del equipo y solo le llegaban pelotazos, cuando se dio cuenta de esto comenzó a bajar un poco más para pivotear y ayudar al equipo a formar juego. Su gran vuelta le da más opciones a Russo pensando en las semifinales de la Copa Libertadores 2020.
3-Juventud prometedora: El DT xeneize incluyó a tres juveniles en la formación inicial, alguno con más partidos que otro sin embargo todos muestran cualidades interesantes. Gastón Ávila, defensor central, se mostró firme en defensa tanto por arriba como por abajo, mucha calidad y claridad para salir jugando y entusiasmo para romper líneas. Alan Varela, mediocampista central, formó una gran dupla con Nicolás Capaldo, atento para marcar y retroceder, y con mucho criterio para formar juego. Participó activamente en los primeros dos goles de Boca. Por último, Exequiel Zeballos, mediocampista por la banda, mucha habilidad para gambetear y desbordar, atrevido para encarar, con velocidad y desequilibrio puede convertirse en un jugador importante para Russo. Por más que hay que llevarlos de a poco, el técnico sabe que en ellos puede encontrar grandes variantes.
4-Adversidad: Mas allá de haber estado en desventaja desde el minuto 25, el “Globo” jamás cambió su actitud. Su mentalidad siempre fue ir por el empate del encuentro, incluso al estar abajo por dos tantos. Por momentos creó buenas jugadas para lograr marcar y en otras ocasiones le costó un poco más, pero la idea era siempre la mismo. Esto mismo se había visto la semana pasada ante River y puede que se convierta en una característica del equipo de Israel Damonte.
5-Le cambia la cara: Boca puede parecer desarticulado, sin conexión y hasta un equipo que parece no tener idea a lo que juega. Pero un jugador le puede cambiar la cara de todo esto. En varias ocasiones puede ser Eduardo Salvio o el mismo Carlos Tévez, pero el que casi siempre transforma al “Xeneize” es Edwin Cardona. El colombiano puede no aparecer en varias jugadas o hasta mostrarse pasivo, sin embargo en uno o dos toques puede hacer cosas mágicas. Desde un pases exquisitos o habilitaciones que ningún otro jugador podría hacer. Sin dudas el exRayados de Monterrey es un jugador que no puede faltar en el equipo.
Foto destacada: @BocaJrsOficial