Fabricio Torales (@Faabritorales)
Las polémicas en el fútbol argentino cada vez son más fuertes y con la inclusión del VAR ninguna se deja pasar. Los árbitros tienen errores infantiles que pueden costar un gol, un penal y hasta incluso una expulsión. En este último fin de semana, el encuentro entre Atlético Tucumán frente a Independiente hizo mucho ruido en el mundo futbolístico.
Transcurría el minuto 17′ cuando Pablo Echevarría sanciona un penal que en primer momento no sancionó y tras el llamado desde el VAR, que estaba comandado por Jorge Baliño y Andrés Merlos, decide cambiar su decisión. Una jugada que se ve claramente que la falta no fue suficiente para derribar al jugador dentro del área, aunque fue cobrado igual.
Marcelo Estigarribia lo cambió por gol y todos los futbolistas del “Rojo” fueron a protestarle al árbitro del partido por la decisión que tomó. Más allá de eso, el penal ya había sido ejecutado y el “Decano” se quedó con la victoria por 1-0. Desde el comité de árbitros decidieron que ni Echevarría ni Baliño puedan dirigir la última fecha de la Liga Profesional.
Las polémicas no solo fueron en Tucumán, sino que también se hicieron presentes en el partido entre Banfield y Godoy Cruz, en el que Darío Herrera tuvo un cruce con los futbolistas del “Tomba”, y en el encuentro de Unión frente a Vélez, donde Fernando Rapallini no le cobró un penal al “Tatengue”.