Nazareno Napal (@NapalNaza)
El técnico campeón del mundo sigue disfrutando y explotando su pasión por el ciclismo y se animó a una subida conocida como El Infierno de España.
El fútbol no es lo único de su mundo, ni la única de sus pasiones. Lionel Scaloni siempre ha sido un apasionado por el ciclismo y esta vez se animó a un duro desafío, al ser invitado por un programa de televisión español. Se animó (y completó), una de las pruebas más difíciles de las tierras ibéricas, conocida como El Infierno. “Es un experiencia increíble conocer esta subida mítica”, manifestó el oriente de Pujato una vez logrado el objetivo.
Atentos deben estar los ciclistas profesionales a Scaloni, quien está llamando al atención por su estado de forma y por sus tiempos arriba de la bici. Hace algunas semanas, fue una de las figuras en una carrera en Mallorca, donde vive junto a su familia. Al ver su rendimiento, Pedro Delgado, ganador del Tour de Francia en 1988 y de la Vuelta a España en 1985 y 1989, lo invitó a compartir el ascenso en el Angliru, un alto del Principado de Asturias.
“Lionel aceptó rápidamente, le motivó el reto que le planteamos, y ya se ha visto que ha sido un acierto traerle”, declaró el ex ciclista español en diálogo con La Nueva España, y agregó: “Me sorprendió mucho la fuerza y preparación que tiene Scaloni. Sabía que andaba bien, pero no me esperaba un rendimiento así”. Durante el recorrido, Scaloni contaba que “desde que dejé el fútbol me apasiona la bicicleta y cada día ruedo hora y media, aunque más en bici de montaña más que en la de carretera. Tenía mucha ilusión por venir a conocer estas montañas míticas de la Vuelta a España, con la fama mundial que tienen y por eso acepté encantado la invitación”.
La parte final del recorrido es la que le da el nombre de El Infierno por ser un escenario cubierto de niebla y siendo claramente la más exigente. Famosa por ser la etapa final de la Vuela a España desde 1999, se trata de La Cueña Les Cabres, que tiene un desnivel del 23,5% y se encuentra a 1570 metros sobre el nivel del mar. Al momento de realizarlo, la temperatura era apenas ocho grados.
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